En primer lugar, existen diferentes tipos de rejillas de acero, que aunque están fabricadas usando métodos similares, tienen pequeños cambios que las hacen más fuertes estructuralmente, o más ligeras, por lo que son de usos especializados, principalmente para controlar el tráfico. En este caso, la rejilla de acero puede ser usada incluso para el tráfico con montacargas en sitios más angostos, mientras que en otros casos, hay rejillas para el tráfico de vehículos de carga pesada, para que estos puedan pasar sin ningún problema, y sin dañar a la rejilla de acero.

La rejilla de acero también es un componente ligeramente pesado, el cual no se levanta a causa de ráfagas de viento o de esfuerzos mecánicos débiles, por lo que su colocación en esta clase de sitios que requieren de un tipo de suelo como este, no compromete ni la seguridad del peatón ni al material. Esto le permite ser colocada en múltiples sitios, de manera continua o completamente cubriendo el suelo de un sitio, con la gran ventaja de que también es un material que puede colgarse a diferentes lugares, con lo que se obtienen otra clase de ventajas, como facilitar la entrada a partes inaccesibles.